En uno de esos episodios de todos los días, como hoy o como ayer.
Juan Martín subió al colectivo que lo devolvería a su casa
"un tiempo fuera de casa"
en realidad se sentía un poco jodido por tener que volver.
Pero estaba feliz de ver sus amigos y personas queridas,
ademas de los típicos vagos y malentretenidos.
El hablador habla hasta por los codos y habla con cualquiera.
y como quien no quiere la cosa, se le sentó una viejita alado suyo.
Ella no podía acomodar no se que cosa de su asiento, así que Juan,
la ayudo. Ella lo agradeció con una amable sonrisa de abuela.
Pasaron los kilómetros y sirvieron la merienda del colectivo,
Pero la viejita no había comido nada, entonces Juan le sugiere que coma algo
¡porque estaba muy rico!
Ella le dijo que no, que solo guardaría la comida para sus gatos.
-¿y sus gatos comen esto?- Pregunto Juan acerca de la merienda,
que eran alfajores y sanguchitos de miga.
-Si, ¡es que tengo tantos!
-Ah, ¿y cuantos tiene?
-Y como 50- respondió la viejita con otra sonrisa de abuela.
Fueron hablando todo el camino, Ella se llamaba Fany, hermoso apodo;
y se conocieron, cuando supo él donde vivia ella, quedo sin palabras!
Ella vive cerca de la Costanera, en la famosa "casa de los gatos"
Famosa mas por su olor que por los gatos en sí.
Fany resulto no estar loca, ni mucho menos, era un mujer completamente cuerda
que amaba muchísimo a los animales, en especial a estos felinos.
Cuando su esposo aún vivía, juntos llegaron a rescatar y cuidar a aproximadamente
100 gatos!
Pero ahora ella estaba viejita y sola, no podía con tantos, pero si que se esforzaba!
Siempre andaba juntando comida para ellos,
"Son mis hijos" decía con esa sonrisa de abuela.
Así es como Juan Martin conoció a la "loca de los gatos", que pensándolo bien
si esta loca, loca de amor, loca porque vive fuera de las normas preestablecidas e impuestas. Vive fuera de eso, en su propia realidad
"y si estoy loca, no soy la única" sentencio Fany.
Esa clase de episodios de todos los días.
Sos mágia.. Me encanta leerte.
ResponderEliminarEsta es mi entrada favorita, y sigue la de Tiburcia. Sólo quería contarte.
No dejes de escribir, ni en twitter, ni acá. Gracias!
que lindo ro, gracias, esta historia es algo que le paso a un muy buen amigo mio y yo solo lo escribi!
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