Padre Techno

Los sueños imposibles pronuncian mal el inglés

yo soy el que le robó el flow al pibito ese y al que mearon desde una estrella Pero lejos de espantarme de la lluvia dorada Abrí la boca par...

miércoles, 21 de febrero de 2018

Voodoo your ex


Cuidado con la crapulencia de las noches sin estrellas de buenos aires, me revuelco en su luminiscencia y entre laberintos confió ciegamente en mi celular (que nunca tiene más de 15% de batería) entonces es como una brújula con una fecha de vencimiento que me muerde los talones. Debe ser otro de los intentos del tiempo por apurarme pero es bien sabido que en casos como estos desesperarse es el primer y único error. El otro día escuche un timbrazo a las seis de la mañana pero decidí jugar al sordo y no ser el que baja, me entere luego por mis vecinos chismosos que fue la alegría y por donde paso una vez, bueno dos veces no pasa. Decidí tomarlo como un movimiento, una actualización de lo posible por lo inevitable, una fuerza activa que puede (o no) generar un cambio aparente de las cosas, uno que se limita al espacio físico. La fuerza pura no genera movimiento sino mutabilidad, dentro de su propia conciencia es alfa y omega, se piensa por su cuenta, como todos, la frase se forma a si misma y flota hasta terminar disecada y muerta como una mariposa en estos versos. 

Es uno mismo quien acepta la posibilidad de mutar cuando elige fundirse con las cosas, aunque es mas fácil hacerse la loca en lugar de aceptar el peso real de cada decisión que necesariamente nos vuelve de una forma, es la naturaleza de la vida que elegimos. Sentir el hedor de nuestras propias cosechas después de tanto tiempo plantando mierda y preguntar suavizando la voz hasta el vértigo de la nausea que fue lo que hicimos mal. No hay encantamientos ni brujos que puedan deshacer lo que nosotros mismos nos hacemos, y los dioses se nos ríen en la cara cuando corremos en círculos con la rueda llena de los palos que absurdamente colocamos con nuestras propias manos. Personalmente no espero nada de nadie que no venga transparente con sus intenciones y mi espalda no arde en la necesidad de otro puñal para adornarla, así que siga tranquila aquella que tenga mi muñeco voodoo, que no tiemble su pulso trémulo de pavor y arremeta más feroz que ayer las agujas sobre mi corazón que enfermo de latir sigue viejo, ruin y mal herido ya que después de todo sigue latiendo para mi, porque es y siempre fue solo mio.