Padre Techno

Los sueños imposibles pronuncian mal el inglés

yo soy el que le robó el flow al pibito ese y al que mearon desde una estrella Pero lejos de espantarme de la lluvia dorada Abrí la boca par...

viernes, 28 de julio de 2017

Anoche soñé con vos


Che te pregunto ¿por qué suena a mimoso la inocente frase anoche soñé con vos? Debe ser por la libertad sexual que como buena loca desata su locura en el subconsciente de los escenarios oníricos. Y también debe ser porque los sueños son privados (aunque en otras ocasiones hubiera vendido mi alma al diablo para poder compartir la siesta con vos y después de hacer el amor, dormir juntos y soñar lo mismo). Pero no hagas cuidado en mis desvarios sentimentales, son como baches en los recuerdos que uno bien conoce y sabe donde están pero a veces decide no esquivarlos. Vos sabes ¿no?.
Te pregunto solo por preguntarte lo que pensas de algo, no suele ser frecuente encontrar a alguien con una opinión tan poco centrada de todo; y a causa de eso, deliciosamente inesperada y parcial. Te lo digo porque cuando converso tengo dos velocidades; la primera es la clásica y sosa manera de hablar, educada y prudente con muchos "ajam" y "claro señor como no". Por fortuna o gracias al infierno existen puchos sueltos como vos, que no se alarman cuando uno decide desajustarse la lengua y por ejemplo charlar de la imposibilidad que tenemos para fabricar buena suerte. 

Te lo digo porque creo que la mala suerte es la más real, sobre todo cuando se tienta al destino siendo muy poco precavido o muy estúpido, es bien sabido que la fortuna es un regalo de los dioses pero lo que los dioses dan, pronto lo quitan. Inclusive la suerte de principiante empieza a gastarse después del gran debut. Por otro lado, uno siempre puede subir las probabilidades en su contra, siempre puede abstraerse de la responsabilidad y dejarse en los resbalosos brazos del azar. Y una vez te puede salir bien, dos, tres, cuatro, veinte veces, pero con cada nueva vuelta la balanza del destino se va ajustando. Por eso te digo que seria bastante optimo que para equilibrar tramposamente el universo, uno pudiera fabricarse la buena suerte; o la cultivara suponiendo que se utilizara una plantación de tréboles de hasta siete hojas, o coleccionando herraduras y obvio, sin mutilar conejos. 
Pero ¿a qué mala suerte o gualicho podría temer o inclusive respetar con tremendo amuleto cruzando los dedos conmigo? eso sin mencionar que adoro escucharte decir mi nombre y que regreses para fijarte si efectivamente cerraste o no con llave la puerta; o agrandar la capacidad de las tazas para compartir el té con todas las fragancias de la mañana y mis gatos y tus gatos re contra tirados y relajados en nuestra cama. Es una injusticia tener que levantarme y dejar un paisaje tan pintoresco pero me consuela saber que en esta etapa de mi vida no busco ser feliz, porque ser feliz es una maniobra demasiado común y gastada. Yo no necesito ser feliz, mórbida felicidad que nos nubla la perspectiva, quizás no se puede ser feliz del todo y pobre idiota aquel que lo consigue porque en lugar de gozar se la pasa contando los días hasta que a la vida, esta cruel vida se acuerde que le importaban poco y nada de esas pasiones absurdas. 

Ahora con ojos compasivos me miras, detesto esa mirada pero entiendo que debe dolerte saber que a pesar de todo en el fondo sigo siendo un pesimista, pero nunca más full-time, y menos ahora que me miras con cara de magnolia y cuando estoy seguro que de tu boca van a salir palabras demoledoras me sorprendes robándome un beso; y yo que tantos no tengo, te pido que me lo devuelvas y entonces empezamos las negociaciones pero vos no me declaras la guerra y yo odio los tratados de paz. Asesinas a mis charlatanes mensajeros y antes de seguirla preferís usar el sombrero (que es tu mejor arma) y te lo pones y te vas dejándome con un vació que no solo se llena a poemas. 

La última vez que hablamos me dijiste que tenías la certeza de que un día de estos dios va a empezar a crear el mundo, ojala esta vuelta se ponga las pilas y haga algo más interesante que atormentarnos con dudas; de todas maneras aquello no me interesa. Sabes de sobra que a esta altura, dos personas como nosotros tienen poco y nada que reprocharse pero todavía me queda la percepción como una sensación fantasma de la sonrisa que me amputaste hace dos años. Es inquietante saber que en casos como este, es bravo decir algo que verdaderamente no sobre y por eso te dejo en silencio, como se dejan las cosas que le pesan a uno: con los ojos secos y la mirada exclusiva hacia adelante.




miércoles, 5 de julio de 2017

La dinastía escorpio


"Epaaa" me dice y suelta una risita lunar mientras yo me prendo como una garrapata a su espalda y salimos haciendo una willy por armenia en "el perla" su 110 negra, su primera moto. Lo cuento porque a mi el tiempo no me gasta los recuerdos, todavía los tengo frescos y miro para adentro cuando repaso uno a uno todos los momentos vividos, con él y con cada uno de mis amigos. Agarro mi memoria con tripas y la ato a mi corazón, jornadas de sol a sol adjuntadas a mis ojos, progresivamente vi como la vida nos curtió a todos.

Algunos se hundieron en las mareas de las sustancias, otros con el mambo familia se rescataron y ahora re trabajan, otros siguen en la misma de siempre cada vez más gedes, por más que se choquen mil veces contra el mismo muro, hay gente que nunca aprende. Otro caso, aclaro son los que a la buitre-señal vienen al rescate (rancho aparte) ellos son mis amigos y si agito es porque pinte lo que pinte, sé que ellos se la bancan conmigo.

Yo no hablo de cosas, hablo del significado de las cosas. Es fácil amontonar vocablos y rebuscando encontrarle un sentido, pero tampoco busco ningún sentido, ni consuelo para mi locura, ni entenderme a mi ni a nadie. Escribo para entender pero no entiendo, ¿y qué? Delicia de no entender entonces, mórbida lucidez. Porque entre-tenerte y entretenerme me pase dos vidas enteras mirando el celular esperando un mensaje que nunca va a llegar. Y una de esas vidas no es el cuento que me vendieron, esta realidad contrasta con todo lo que para mi es verdadero, no hay consciencia de lo autentico y hasta las personas son producidas en masa de plástico y descartables.

Es una suerte inmensa como que mi corazón sobreviva a dos atentados terroristas, el tener a las personas que tengo conmigo. La vieja y peluda macanuda gente de mi gente que nunca va a dejar de tirar para adelante, porque ese es el sentido de la amistad, no se a donde vamos pero mientras estemos juntos al menos sé en donde voy a quedarme. Y no me tiembla el pulso ni se me quiebra la voz al decir que la constelación de escorpio fue testigo de la dinastía que emprendimos, pelando mano a mano contra Dios aprendimos que por más loco y polenta que te sientas hoy en día, nadie pega tan fuerte ni tan seguido como la fucking vida.

Algunas lecciones vienen como algo que podrías escuchar de pasada en la calle y hasta pueden parecer un buen consejo pero realmente no hay gran saber oculto. Son las lecciones que vienen reservadas para serte devastadoras las que tienen un peso real para el espíritu. Y si no aprendiste a la primera, tranqui que cuando menos la esperes y más te la creas, la vida va a volver a ponerte a prueba. Alguna vez me dijo un amigo (de escorpio) que los indios respetaban tanto la tierra porque este suelo que hoy te ve en la cima con tus berretines y todo adornado de falsas orquídeas, adorado por desconocidos en tu pedestal, bueno, este mismo suelo va a ser el que te encuentre derrotado, con los ojos tristes y el rabo entre las piernas cuando ni tu sombra quiera figurar contigo. Me alegra saber que ya pase por ese tramite y cuando me toco después de mucho comprendí que también me sirvió para averiguar con quienes podía contar (no hasta 9 o 10) si no, contar de verdad, y obvio no? quienes estaban y siempre estuvieron de más. 

Y cuando hay luna en escorpio, en mano la lista negra de mi corazón, uno a uno los paso a todos en limpio porque nunca me arrepentí (hasta ahora) de haber confiado o querido. A mis 21 confirmo lo que aprendí desde chico: La familia es mucho más que la sangre y si estas en las malas, cuando sean las buenas yo me voy a asegurar de que vos no faltes.