Padre Techno

Los sueños imposibles pronuncian mal el inglés

yo soy el que le robó el flow al pibito ese y al que mearon desde una estrella Pero lejos de espantarme de la lluvia dorada Abrí la boca par...

martes, 21 de noviembre de 2017

cenicero de personas


este feriado en su lecho de muerte tiene sabor a cenicero
y claramente cuando sea el final no voy a salirme con la mía
siendo sincero ya lo vi venir desde lejos
este asunto estrafalario y absurdo me agoto
solo en un sentido literal
estoy enfermo de criar cuervos y esperar lo mejor

este domingo trabaja doble turno sobre mi mente
y un aire que nunca fue libre acomoda pensamientos en círculos
un poco más abajo, otro circulo gira en dirección opuesta
en una marcha del orgullo mis sentimientos quieren salir
pero soy malo con ellos;
no voy a dejar que nadie los vea
los enveneno 
con humo de prensado 
y vodka saborizado.

este feriado en su lecho de muerte tiene sabor a cenicero
y yo lo leo como un libro, lo veo venir 
y realmente no hay nada peor
que saber de memoria como se termina.
en mi pecho un cumulo de coliflores de color pastel
me preguntan ¿hasta cuando? 
pero soy demasiado inteligente
cuando me hablan acerca del destino
cambio la conversación.

este noviembre hijo bastardo de otro año
como nosotros, no sabe decir hasta luego
y estira sus últimos días con su plan de doble gota
arrastra las penas de las miradas que mantienen unido al mundo.
bueno yo soy más como un cenicero de personas
no escondo mis cicatrices o tatuajes,
es lo máximo que alguna vez revelare
de todos los sentimientos que me ahogan
en un mar donde todos hacen pie.

por las dudas
antes que ser otro poeta cursi maricón
prefiero arrancarme las pestañas
y decorar el cielo con barriletes de color pastel
esperando a dios o a una tormenta eléctrica 
(al que se anime primero)
y encienda los cables hasta mi pecho
donde aguardan estos caramelos salados 
que cada noche piden permiso para salir
pero soy demasiado terco
los pongo en fila contra el paredón de los recuerdos
uno a uno los ejecuto y pinto mi memoria con sus sesos.




domingo, 22 de octubre de 2017

Las cinco de la mañana


  Siempre había detestado que la llamaran al celular sin avisarle antes, le parecía como un atrevimiento o falta de respeto por el tiempo ajeno que simplemente un loco pudiera marcar hasta sin ganas unos números y así como asa tener a cualquiera a su disposición, por fortuna la ultima palabra la tenían justamente los últimos decidiendo si es menester ponerse a disposición del entrometido, básicamente si atender o no. A pesar de eso, Silene la estaba pasando bastante bien en la caja de zapatos que cinco aires acondicionados industriales no conseguían ni acercarse a enfriar ¿Estaban los cinco encendidos? Se preguntaba cuando otra vez vibro su celular que tenia a mano como una granada. Estaba decidida a no darle el mínimo grado de interés pero por uno de esos descuidos, el diablillo de su hombro sabotea el hilo de pensamientos y arremete contra la relación lógica de acciones e idea mientras sin querer queriendo se fija a ver quien carajo le hablaba. Ninguna novedad por cierto, cuarenta y cinco mensajes del grupo de la facu, setenta y siete del grupo de las chicas, cinco de Eugenio (su novio) y diecisiete de Lucifer (su ex). A penas se asomo al whatsapp y ya las palabras amenazantes e inquisidoras le saltaron a la cara: atendeme ordenaba Lucifer. Retobada por el puro placer de no hacer caso, a despecho de la impertinencia, volvió a bloquear el celular sin responderle nada a nadie. 
  Era la tercera vez que daba una vuelta completa al boliche, desde el baño hasta al dj, adelante, al medio con los manijas y de nuevo en la barra. La atmósfera pesada pegaba las ropas a la piel mojada y el jadeante calor exigía una bebida minimamente helada. Silene se queja de que ese ultimo faso fumado lejos de activarla, la dejo terriblemente postrada y embolada; cuando le pasan su trago ella ya sabe que luego de beberlo tendrá unos quince minutos antes que arranquen las 5:00 am, hora limite hasta la cual podes torcer las fuerzas del destino y salvar la que venia siendo otra noche perdida, es bien sabido que pasado el borde de las cinco de la mañana, nada más que lo espantosamente previsible puede pasar.

  Plantate dice El chaqueño mientras observa como su rival se acerca cual Cristo con los brazos abiertos. No quiero pelear dice Bartoli pero se acerca cada vez más, sospechosa estrategia. Quédate ahí y plantate repite otra vez, y es porque a esta altura por lo menos uno de los dos ya esta re-contra-jugado y con su naturaleza desconfiada El chaqueño sabe que si este canalla se acerca un paso más ya habrá acortado la distancia entre ellos lo suficiente como para poder arrebatarle un golpe a traición, es bien sabido que quien pega primero pega dos veces, por eso antes de permitir que este zatrapa este misogino hijo de mil putas lo arrebate preferiría morir. Entonces se adelanta y se lanza con todo contra Bartoli que recibe el primer golpe, pero ágil evita el segundo y previsiblemente se acerca todavía más con una toma básica de judo, la vieja y confiable zancadilla. Casi se distrae cuando la bajan de regreso a la barra y el Dj main empieza a explotar los bajos grooveros de esos tracks secretos. El celular le arde como una brasa en las manos y se reprocha vivir pendiente de el cuando otra vez ya lo esta mirando. Tenemos que hablar y no me hagas esto y contéstame. Poco a poco va matando su locura de pasti forzada a rescatarse, atraviesa entre perdones y permisos la encimadera de gente. Por lo menos alguno de esos cinco aires debe estar funcionando y el sudor le chorrea por la nuca rapada cuando en busca de una bocanada de cordura llega al baño. El encuentro con el espejo es inmediato, deja el agua correr porque el sonido la tranquiliza, un eco de un track pizzero retumba en el baño decorado con mil numero de miles de chupapijas y la luz titila cuando sus pupilas mariposas llegan al ojo de su propio huracán. No te llamo más y pero contéstame por favor y no me hagas esto. Le repugnan los privilegios que un ex ya no tiene de imponerse en su presente y honestamente, un poco ridículas siempre le parecieron las emociones de aquellos a quienes ha dejado de querer; así que por la tangente de la lastima, finalmente abre el chat de Lucifer. 
  Dos o tres veces descarga todo el peso de su cuerpo en puñetazos contra el Chaqueño que aguarda bien cubierto y no se desespera por estar bajo su rival, sino que aguarda a que le tire otro golpe para usar el impulso ajeno y sacar a Bartoli hacia arriba ayudandose con las piernas. Ahora respira e intenta agarrarlo por el cuello pero Bartoli se encabrona y se hace una bolita que no deja huecos. El publico protesta por la inactividad de la pelea y algunos internos amagan con saltar, pero los códigos son claros y bien conocidos por todos: mano a mano es una ley universal. Sin embargo los reclusos gritan cosas guturales en lenguas primitivas mientras el Chaqueño, bueno ¿así te vas a quedar? Por mi mejor. De un salto se pone de pie y erguido con toda su humanidad comienza por patear la cabeza de Bartoli, desarma su guardia con cada patada que suena seca y prolongada en el centro del patio. Hay dos tipos de dolor en el mundo explica Silene, el dolor que nos curte y nos hace fuertes y el dolor inútil que es simplemente sufrimiento, lo que vos nos estas haciendo es inútil y yo no tengo paciencia para las cosas sin de sentido, así que si vas a decirme algo este es el único momento que vas a conseguir de mi. Y manda el audio con 126 bpm de soundtrack, ahora sabe que es muy probable que el otro vuelva a llamarla, si tan solo Eugenio no hubiera salido a hacer esa cosa, pero dijo que iba y volvía, siempre tan inoportuno este nuevo novio suyo yendo y viniendo de lugares, llevando cosas cobrando favores y pagando deudas, poco y nada le importaba que fuera un quemo total la movida es la movida y disfrutaba andar del brazo de alguien conocido y apreciado. Al final no había tanto escándalo con eso de ser dealer como le decían sus amigas o sus ex-amigas porque si se ponía a pensar ya se había peleado con la mayoría, diferencias irreconciliables y también que ellas no bancaban ni un poquito a Eugenio. Pero Silene si y en casos como estos la opinión personal es la única que cuenta. Con esta reflexión y varias otras estaba pisteando con los ojos cerrados, le divertía cerrar sus parpados y deshacer todo el hilo de ideas idas hasta perderse en los colores de la música para abrir los ojos de golpe y encontrarse en otra parte del boliche, era como teletransportarse. Reía para si misma cuando sintió un calor de cien fuegos subirle por el cuello y quemarle los cachetes por adentro. Frente a ella como una aparición el mismo Eugenio apretandose con la pasión de los novios pubertos a otra que no era ella; sino otra equis que la reemplazaba del cuadro y tan real le pareció que ni lo dudo y se dio la vuelta con la puñalada todavía fresca y ese maldito y desleal rubor que solo la ridiculizaba más y más. 
  Bartoli se arrastra e implora ayuda a los espectadores que lo miran con desprecio, se lo merece piensa alguien y como verdugo de los giles El Chaqueño cae como la noche sobre el torso que se arrastra y con puñetazos fuertes castiga el cuerpo y el rostro del maleante que intenta cubrirse pero ya es muy tarde, los golpes le entraron como agua y la sangre salpica la furia que descarga hasta que le duelen las manos pero todavía sigue golpeando cuando alguien grita que ya esta, que se detenga, que tiene hijas pero son sonidos mudos en el ojo del oído de El Chaqueño, necio y terco no para porque cuando uno pelea en la cárcel tiene que dejar claro el mensaje de que nadie jode con vos. Los reclusos agitados por la violencia como tiburones excitados por la sangre comienzan a romper los palets de la villa miseria de su patio carcelario, arrancan colchones y se cubren las caras con remeras, palos y gritos histéricos en voces primitivas. Cuando cae en cuenta de lo que ha pasado tiene entumecida las manos y esta empapado de sudor frió, no ve nada más que rojo, un olor y gusto a hierro caliente le asquean los sentidos, escupe y mira al cielo de esa madrugada, los pibes enloquecidos comienzan lentamente una revolución mientras calcula que están por ser las cinco de la mañana. Con la vergüenza mordiéndole las orejas vuelve a mirarse al espejo del baño, de alguna manera busca verse a ella misma y encontrase entre tanta música tanta droga tanto bardo la empacha y asqueada de la persona que le devuelve la mirada le surgen arcadas pero se las aguanta. No puede flaquear, no se lo permite y antes de que un alboroto de minitas entren religiosamente a sacarse fotos que pajeros miran por dos segundos exactos, a Silene ya se le paso el mal viaje. Acostumbrada a que el mundo la embista esta Aries se arremanga y que se preparen todos porque ahí va de nuevo (entera o a pedazos). En cualquier caso sale más diva de lo que entro y es justo en una bajada cuando todos alzan sus manos al aire, que ella piensa "que se cague" y sale a lidiar con sus problemas de la única manera que conoce, de frente y hasta donde el otro aguante.







miércoles, 30 de agosto de 2017

Contra todo pronostico no fue una alucinación


Los síntomas de aquella mañana habían sido perfectos para no ser feliz. Tenia los ojos aplastados y la cara hinchada como si me hubieran cagado a patadas, la boca y la billetera secas como lengua de loro, el pelo alborotado y un aliento afrodisíaco para las moscas; y todo eso sin mencionar la resaca marca acme que me recordaba con ironía que sigo acá, insoportablemente vivo. Pero dejando de lado los mensajes subliminales y enfocándonos en lo que compete, aquella mañana era perfecta para empezar con el dedo en el gatillo y renunciar por fin mandando al carajo a cuanto imbécil bien peinado encontremos solo para prevenir que se aparezca luego tranzando gramos de esperanza (amigo ya te dije, sin balanza no hay trato) Sin embargo luego de coquetear con mis distintos estados de animo, mal que bien las cosas gradualmente mejoraron. Sobre todo porque después de la tormenta de la madrugada me desperté abrazado a su cintura y obvio que sus caderas de reloj de arena fueron el mástil al cual me amarre con todas las ganas de seguir despierto (que a mi juicio es más dulce que soñar cosas que nunca nos van a pasar) 

Es que para ser sincero, me sobraban algunos viernes por la noche y justo encontrarte como una magdalena sola y mojada a la salida de ese boliche de chetos me fue tan suficiente para robarte entre la lluvia frente a los escandalizados testigos y charcos como ojos en las veredas viejas y rotas hasta que al fin te toque y mi cuerpo todavía tenia la forma de tu abrazo. Algunos lo llamarían síndrome de estocolmo y a lo mejor tienen razón pero no toda la razón, para hacerla corta, como Dargelos algunas noches no soy tan difícil y vos estabas para recortarte de ese paisaje pseudo-bulo-caretón de esa inerte esquina mientras aguantaba la respiración como haciendo fuerza para que el sol no vuelva a salir nunca más. 

Contra todo pronostico no fue una alucinación por el alcohol en cantidades industriales con el que había tropezado ese día por ser el cumpleaños de mi mejor amigo (que bendición ser el segundo del cumpleañero porque te agarras una locura equivalente re de onda) Y las cumbias de malos amores no pudieron ahuyentarme a pesar de descargarme las pilas hasta el estado de transeúnte de las sombras, como Nosferatu me arrastre hasta afuera afuera. Y fue bajo el cielo que me escupía o lloviznaba el frió de agosto me hizo comprender que el glitter no es oro y una vez terminado el ágape, ya era hora de volver a mi casa con Venecia. Quien se hubiera imaginado que veintinueve minutos más tarde estaría, por decirlo con sutileza, en un valhalla de sabanas de circo; calcando la nueva realidad sobre algún vidrio de alguna ventana del alma (o sus ojos color marihuana) y aguantando todavía la respiración, centinela de su sonrisa me dedique a fanfarronear historias épicas o cuentitos chistosos de fracasos de goma. Con la certeza primitiva de que en cualquier día de estos, dios va a empezar a crear el mundo; y aprovecho el impulso para arrancar a contar hoy segundo a segundo los segundos que nos faltan por vivir.




viernes, 11 de agosto de 2017

Hola querés ser mi clonazepam?


Ni me acuerdo la ultima vez que di explicaciones, personalmente creo que es porque las personas que las merecen son las únicas que nunca las exigen. Y en algún punto entre la necesidad y el desinterés acampamos bajo el cielo, pero no este cielo sino otro privado, un pedacito de cielo nuestro en donde naturalmente llovizna porque a nosotros nos gustan los días nublados. Un amor a tercera vista no parecería merecer tanto espamento (estoy seguro que mi falta de anteojos o mi negligencia a usarlos fue lo que nos demoro un poco) La puntualidad es el ladrón del tiempo y peor nunca que tarde por eso antes de marcar tu numero mi mano se paseo por el lomo de mi gata, encontró un encendedor robado a quien sabe cual fulano y bailo enrolando un faso de celulosa sobre la tapa de La metafísica del amor y de la muerte de Schopenhauer. 

Era mi deber elegir con cuidado las primeras palabras, midiendo el terreno para dejar en claro las terceras intenciones pero tampoco yéndome de boca hasta tu boca y morir como mueren los peces; entonces ensaye "¿Hola querés ser mi clonazepam?" y mientras esperaba el veredicto, visto o respuesta inefable cinco o diez minutos prudentes más tarde me retrucaste con "tengo un vodka en la mochila". Es complicado encontrar alguien con quien verdaderamente uno pueda olvidarse de las horas y del lugar, abstraerse de la burda realidad y recortarse del momento como mis collages, a nosotros nadie nos toma asistencia pero estamos presentes cada viernes por la noche para gambetear la nostalgia en una jugada que termina con mi mano marcando tu numero (que nunca voy a saber de memoria) y más tarde acariciando tu cabeza recostada sobre mi regazo y después del silencio del amanecer, algún murmullo en la avenida, curiosas sensaciones de la vida, el sonido que hacen al moverse los gatos como compañía, aunque a veces nos duela recordar que cuando dios nos tira un hueso queda en nosotros demostrar si somos o no perros. 




viernes, 28 de julio de 2017

Anoche soñé con vos


Che te pregunto ¿por qué suena a mimoso la inocente frase anoche soñé con vos? Debe ser por la libertad sexual que como buena loca desata su locura en el subconsciente de los escenarios oníricos. Y también debe ser porque los sueños son privados (aunque en otras ocasiones hubiera vendido mi alma al diablo para poder compartir la siesta con vos y después de hacer el amor, dormir juntos y soñar lo mismo). Pero no hagas cuidado en mis desvarios sentimentales, son como baches en los recuerdos que uno bien conoce y sabe donde están pero a veces decide no esquivarlos. Vos sabes ¿no?.
Te pregunto solo por preguntarte lo que pensas de algo, no suele ser frecuente encontrar a alguien con una opinión tan poco centrada de todo; y a causa de eso, deliciosamente inesperada y parcial. Te lo digo porque cuando converso tengo dos velocidades; la primera es la clásica y sosa manera de hablar, educada y prudente con muchos "ajam" y "claro señor como no". Por fortuna o gracias al infierno existen puchos sueltos como vos, que no se alarman cuando uno decide desajustarse la lengua y por ejemplo charlar de la imposibilidad que tenemos para fabricar buena suerte. 

Te lo digo porque creo que la mala suerte es la más real, sobre todo cuando se tienta al destino siendo muy poco precavido o muy estúpido, es bien sabido que la fortuna es un regalo de los dioses pero lo que los dioses dan, pronto lo quitan. Inclusive la suerte de principiante empieza a gastarse después del gran debut. Por otro lado, uno siempre puede subir las probabilidades en su contra, siempre puede abstraerse de la responsabilidad y dejarse en los resbalosos brazos del azar. Y una vez te puede salir bien, dos, tres, cuatro, veinte veces, pero con cada nueva vuelta la balanza del destino se va ajustando. Por eso te digo que seria bastante optimo que para equilibrar tramposamente el universo, uno pudiera fabricarse la buena suerte; o la cultivara suponiendo que se utilizara una plantación de tréboles de hasta siete hojas, o coleccionando herraduras y obvio, sin mutilar conejos. 
Pero ¿a qué mala suerte o gualicho podría temer o inclusive respetar con tremendo amuleto cruzando los dedos conmigo? eso sin mencionar que adoro escucharte decir mi nombre y que regreses para fijarte si efectivamente cerraste o no con llave la puerta; o agrandar la capacidad de las tazas para compartir el té con todas las fragancias de la mañana y mis gatos y tus gatos re contra tirados y relajados en nuestra cama. Es una injusticia tener que levantarme y dejar un paisaje tan pintoresco pero me consuela saber que en esta etapa de mi vida no busco ser feliz, porque ser feliz es una maniobra demasiado común y gastada. Yo no necesito ser feliz, mórbida felicidad que nos nubla la perspectiva, quizás no se puede ser feliz del todo y pobre idiota aquel que lo consigue porque en lugar de gozar se la pasa contando los días hasta que a la vida, esta cruel vida se acuerde que le importaban poco y nada de esas pasiones absurdas. 

Ahora con ojos compasivos me miras, detesto esa mirada pero entiendo que debe dolerte saber que a pesar de todo en el fondo sigo siendo un pesimista, pero nunca más full-time, y menos ahora que me miras con cara de magnolia y cuando estoy seguro que de tu boca van a salir palabras demoledoras me sorprendes robándome un beso; y yo que tantos no tengo, te pido que me lo devuelvas y entonces empezamos las negociaciones pero vos no me declaras la guerra y yo odio los tratados de paz. Asesinas a mis charlatanes mensajeros y antes de seguirla preferís usar el sombrero (que es tu mejor arma) y te lo pones y te vas dejándome con un vació que no solo se llena a poemas. 

La última vez que hablamos me dijiste que tenías la certeza de que un día de estos dios va a empezar a crear el mundo, ojala esta vuelta se ponga las pilas y haga algo más interesante que atormentarnos con dudas; de todas maneras aquello no me interesa. Sabes de sobra que a esta altura, dos personas como nosotros tienen poco y nada que reprocharse pero todavía me queda la percepción como una sensación fantasma de la sonrisa que me amputaste hace dos años. Es inquietante saber que en casos como este, es bravo decir algo que verdaderamente no sobre y por eso te dejo en silencio, como se dejan las cosas que le pesan a uno: con los ojos secos y la mirada exclusiva hacia adelante.




miércoles, 5 de julio de 2017

La dinastía escorpio


"Epaaa" me dice y suelta una risita lunar mientras yo me prendo como una garrapata a su espalda y salimos haciendo una willy por armenia en "el perla" su 110 negra, su primera moto. Lo cuento porque a mi el tiempo no me gasta los recuerdos, todavía los tengo frescos y miro para adentro cuando repaso uno a uno todos los momentos vividos, con él y con cada uno de mis amigos. Agarro mi memoria con tripas y la ato a mi corazón, jornadas de sol a sol adjuntadas a mis ojos, progresivamente vi como la vida nos curtió a todos.

Algunos se hundieron en las mareas de las sustancias, otros con el mambo familia se rescataron y ahora re trabajan, otros siguen en la misma de siempre cada vez más gedes, por más que se choquen mil veces contra el mismo muro, hay gente que nunca aprende. Otro caso, aclaro son los que a la buitre-señal vienen al rescate (rancho aparte) ellos son mis amigos y si agito es porque pinte lo que pinte, sé que ellos se la bancan conmigo.

Yo no hablo de cosas, hablo del significado de las cosas. Es fácil amontonar vocablos y rebuscando encontrarle un sentido, pero tampoco busco ningún sentido, ni consuelo para mi locura, ni entenderme a mi ni a nadie. Escribo para entender pero no entiendo, ¿y qué? Delicia de no entender entonces, mórbida lucidez. Porque entre-tenerte y entretenerme me pase dos vidas enteras mirando el celular esperando un mensaje que nunca va a llegar. Y una de esas vidas no es el cuento que me vendieron, esta realidad contrasta con todo lo que para mi es verdadero, no hay consciencia de lo autentico y hasta las personas son producidas en masa de plástico y descartables.

Es una suerte inmensa como que mi corazón sobreviva a dos atentados terroristas, el tener a las personas que tengo conmigo. La vieja y peluda macanuda gente de mi gente que nunca va a dejar de tirar para adelante, porque ese es el sentido de la amistad, no se a donde vamos pero mientras estemos juntos al menos sé en donde voy a quedarme. Y no me tiembla el pulso ni se me quiebra la voz al decir que la constelación de escorpio fue testigo de la dinastía que emprendimos, pelando mano a mano contra Dios aprendimos que por más loco y polenta que te sientas hoy en día, nadie pega tan fuerte ni tan seguido como la fucking vida.

Algunas lecciones vienen como algo que podrías escuchar de pasada en la calle y hasta pueden parecer un buen consejo pero realmente no hay gran saber oculto. Son las lecciones que vienen reservadas para serte devastadoras las que tienen un peso real para el espíritu. Y si no aprendiste a la primera, tranqui que cuando menos la esperes y más te la creas, la vida va a volver a ponerte a prueba. Alguna vez me dijo un amigo (de escorpio) que los indios respetaban tanto la tierra porque este suelo que hoy te ve en la cima con tus berretines y todo adornado de falsas orquídeas, adorado por desconocidos en tu pedestal, bueno, este mismo suelo va a ser el que te encuentre derrotado, con los ojos tristes y el rabo entre las piernas cuando ni tu sombra quiera figurar contigo. Me alegra saber que ya pase por ese tramite y cuando me toco después de mucho comprendí que también me sirvió para averiguar con quienes podía contar (no hasta 9 o 10) si no, contar de verdad, y obvio no? quienes estaban y siempre estuvieron de más. 

Y cuando hay luna en escorpio, en mano la lista negra de mi corazón, uno a uno los paso a todos en limpio porque nunca me arrepentí (hasta ahora) de haber confiado o querido. A mis 21 confirmo lo que aprendí desde chico: La familia es mucho más que la sangre y si estas en las malas, cuando sean las buenas yo me voy a asegurar de que vos no faltes.




lunes, 12 de junio de 2017

Larga vida a las despedidas


Los que permanecen fieles se limitan a conocer solo el lado más trivial del amor, sin embargo aquellos que se aventuran a ir más allá son los que realmente viven sus tragedias. Es como tirar la de humo y sálvense quien pueda, no se puede adivinar de que lado va a caer la moneda, quizás sea porque ser bueno con todos es lo mismo que ser indiferente con el resto del mundo; sin punto medio pero a medio fumar como los cigarrillos huérfanos que adornan todas las paradas de los colectivos, premio al diseñador de interiores de la melancolía, larga vida a las despedidas.

Disfruto mucho del ejercicio de contemplar o espiar los detalles que hacen especial a cada persona, y solo tengo dos condiciones anónimas para que algún desafortunado termine siendo objeto de mis estudios microscópicos: debe ser sincero o por lo menos real consigo mismo, no engañarse ni pintarse un disparate consolado del mundo; la vida no te debe nada: lo que no sepas cuidar, lo perderás y aquello que no sepas como ganar, jamás lo conseguirás. Pero el análisis critico se rompe cuando me enfrentan la mirada, mis ojos escurridizos son especialistas en esquivar el contacto visual y disimular la profundidad con aspecto sereno y calmado. En la confusión es mejor terminar bien parado o acomodado a menos que sea imposible evitar el conflicto de intereses y en ese caso, es recomendable evaluar la situación y si vale la pena procedamos a revolcarnos en una charla. Acá va la segunda mitad: tiene que poder hablar a diestra y siniestra de los temas de conversación más excéntricos y variados, porque para los temas como el clima y otras vulgaridades aburridas prefiero algún remisero que de ultima, siempre algún tip bizarro terminan aportando.

"Uno de los fines de la vida es el desenvolvimiento de la propia personalidad" ruge Oscar Wilde en la piel de lord Henry Wotton y desde el siglo XXI yo le doy un retweet y alzo mi vodka por eso. Ahora que no hay más pesos muertos que bancar y lo lejos que llegue depende solo de si alguna vez me dio el cuero para volar, ahora que no espero que nadie me revele ningún secreto, me siento más que nunca un cazador de historias; ahora descubrí que para examinar la vida no se pueden usar guantes ni mascarillas, hay venenos tan sutiles que es menester probarlos uno mismo, no para presumir de la experiencia (que es el nombre de consuelo que le ponemos a nuestros errores) en realidad uso la camiseta del pecado capital de la curiosidad, condenado a querer saber que se siente.

Pero tampoco se gobierna la vida con voluntad ni buenas intenciones (de las cuales dicen esta vació el cielo). La vida es un amasijo de flores y bichos alados, una cornucopia de placeres y nervios que se derraman en una fuente de pasión y deseo. Por más duro y fuerte que en tu mente creas que seas, tengo que decir (por experiencia) que hasta el cambio más casual en el color del cielo una tarde en donde quedaste solo, una canción que creías olvidada y ahora te sacude de nuevo o inclusive pronunciar un nombre en voz alta alcanza y basta para hacerte temblar las piernas o cambiarte la razón y abortarte el corazón. Les aseguro que la vida depende de cosas como esas, hay momentos en que la contemplación adormilada por la velocidad de las calles de los barrios de Argentina otro capitulo de la Capital o la simple aparición de un wpp que no debía recibir me hace revivir un Junio tan invernal-infernal en donde las hojas secas lo dominan todo y la lluvia esta estancada hace como una semana, días en que la fragilidad emocional depende de caminar sin pisar las rayas o de evitar mirar hacia ambos lados cuando paso por determinadas calles de la memoria. 

No uso gps ni radar de las esferas del dragón como mucho uno que otro pedazo de algún mapa del tesoro, ya no confundo golondrinas con loros y si la vaca fuera buena no tendría guampas el toro. Lo único fiel es la seguridad de que el tiempo es el mayor agente activo que produce los cambios más fatales. Este ahora no es nuestro entonces porque en el espacio en medio existe el movimiento y las personas no son cosas que podes dejar frizadas guardadas y re-calentar para cuando te vuelvan las ganas. Supongo que a veces hay que coimear al destino con algo que necesariamente nos duela, la primera ley de la alquimia es la equivalencia de intercambio, si es por mi entrego todo, finalmente entendí que después de un tren, siempre viene otro. 




domingo, 28 de mayo de 2017

Todavía me acuerdo de eso que pensás que olvidé


Tengo un sentimiento gris azulado tan arraigado adentro al fondo a la derecha de mis sueños de pólvora, que dicen debería patentarlo para sacarle algún provecho más inteligente que solo volcarlo en palabras; pero nunca me gusto ponerle limite a mis emociones (quizás sea por eso que regreso cada cierto tiempo a ocupar mi lugar en la lona). Solo en un siglo tan vulgar como éste, en donde todo es tan virtual, se podría deformar una virtud como la empatia en un libro de quejas a mi mismo por haber creído que la gente si cambia.

Como matar una resaca de birra con vodka, tengo que admitir que mis soluciones suelen ser peores y los consuelos se los dejo al careta de turno que te saluda con la zurda y con la otra mano te acuesta. La última persona sincera que conocí fue Lucifer y me lo encontré en un after espectacular en donde todos eramos buenos amigos; pero el amor artificial y los serafines modernos con jeans negros no tardaron en empalagarse de buena onda. Al final no era para tanto che, ni que fuera que hubieran hecho algo como para estar tan perseguidos.

Tengo un sentimiento gris azulado tan convergente que es como una manguera en vertical o una fuente de la juventud del tercer mundo, corte amuleto, porque soy bastante supersticioso con estas cosas. Para ser franco; cuando me siento un poco salado no descanso hasta cruzar y mimosear a todos los gatos negros que encuentre, no es sino hasta después de romper por lo menos cinco espejos y abrir todos los paraguas bajo techo, que vuelvo a pensar sin congestiones.

Como borrar con una mano lo que escribiste con la otra, no suelo estar de acuerdo con lo que siento (esa debe ser mi maldición) no poder experimentar lo que si puedo expresar. Puedo embrujar pero no ser embrujado y si hablamos de gualichos, en realidad tengo uno solo, que aplico cuatro veces al día, todos los días: cada mañana ni bien me subo a un colectivo, tiro el boleto. Y si me preguntan que estoy pensando, jamás digo la verdad, porque en este presente tan burdo indelicado obsceno y público (en donde todo es motivo de chusma) la única manera de agregarle fantasía y misterio a la vida es coleccionando secretos.

Al fin y al cabo sos lo que elegís ser porque son nuestras acciones las que nos definen. Y por las dudas, todavía me acuerdo de eso que pensás olvidé, pero posta, no te persigas. Le estoy hablando a mi yo del futuro, como los tatuajes que uso como recordatorio de esos sentimientos que me reventaron el pecho. Esto va para quien lo necesite, después de todo no se puede ganar siempre y te digo un secreto: perder tampoco es tan heavy.




viernes, 5 de mayo de 2017

Tornasolado


 Hay días en que no soy más que una mueca al espejo, una sacada de lengua y una mirada bien fija de unas pupilas baldías, y me arremango para meterle manos al presente pero antes de que pueda empezar a hacer cualquier manualidad, suele surgirme como un eructo otro sentimiento, pensamiento y deseo gemelo que irónicamente contrasta con todo lo que hasta ahora venia proponiendo; entonces tengo ganas de hacer pedazos algo, cualquier cosa, un espejo, un plato, un iphone 7, o a mi mismo. No puedo pasar media hora sin que una delicadez de microbio me agite los rulos satánicos en una procesión de cúmulos de recuerdos coliflores y patitas de gato con alas de madrugada de abismos lunares.
 Llegado a ese punto, la cosa se pone jodida; cuando embadurnado hasta las orejas me encuentro rodeado de vocablos que son como los ecos de los otros (mis fantasmas de universos paralelos que confabulan el plan maestro para desquitarse por todo lo que nunca pudimos hacer). Por suerte, mis antídotos suelen ser altamente efectivos, por ejemplo colgar encima de mi cama una foto-recordatorio del día de mayor alegría en mi vida, generalmente disminuye los riesgos de un ataque terrorista a mi corazón tornasolado tan bobo y enfermo de latir. 
 Mi ex-ex-ex me dijo la primera-última vez que nos vimos: "Todavía me duele, cuando hay humedad la sonrisa que me amputaste hace dos años"; confundido, agregué: "corté nuestros hilos de miasma luminiscencia erótica de amors rígido y compacto para dejar salir el aire junto con las mariposas, necesitaba distenderme un poco... tampoco tanto che". Pero la cosa no llego a buen puerto cuando con pena reconocí, que no voy a poder realizar mis aspiraciones de recibirme de donante de órganos; ¿el motivo? sinceramente, mis entrañas viven en continuos cortocircuitos remendados con chicles e hilos encerados de colores que amarran un amasijo de flores y bichos alados, por eso creo saber que después de todo, tampoco seria una mala idea esperar la prostituta lluvia con una piels-epidermis de celulosa, entregar como ofrenda vikinga mis grises azulados secretos circundados, por lo menos hasta que algún día de estos el agua por fin se encuentre con mis cables pelados y con toda tranquilidad, enciendan de una buena vez mi polvo de hadas, mis sueños de pólvora.






martes, 18 de abril de 2017

Padre Techno


Es bastante intranquilizador (sin duda) comprobar que no existe un solo metro cuadrado sobre la superficie en los reinos del Dios Techno que no tenga por lo menos un manija.
Hay manijas que nunca se rescatan, a lo sumo si ya la embarraron muchas veces, algunos pueden llegar a hacer una pausa (prometedora por momentos) pero al final vuelven a caer en la tentación, y si ya los conocemos, sabemos la catástrofe que esta por suceder. Es más inteligente alejarse unos cuantos pasos y abrir el paraguas para no vernos afectados por los residuos de su explosión. Hay personas que tienen como un síndrome de agujero negro y te van a chupar hasta el alma, si no sos vos él que corte de una buena vez hasta el último racimo de ese vinculo.

Por suerte, existen para el equilibrio del universo, personas que son como un trago de agua fría a las siete de la mañana y contentan el ambiente con su presencia, no suelen resaltar mucho pero son los amigos que quiero tener en mi equipo. Porque se la bancan hasta el minuto noventa y nunca dejan de correr ni dan la noche por perdida, la verdad me siento muy afortunado de encontrar personas que entienden y lo sienten como yo. No hay que confundirse, aquellos que van solamente para estar ultra-drogados-re-pasados para no entender nada ni la música y "solo así pueden bailar" son los verdaderos caretas.

Fue este y no otro el motivo de que me encuentre tan acomodado en teatro de los sueños (entrada solo para locos) donde la cordura se guarda junto a los abrigos y los lentes negros nos protegen de las miradas pasadas que invaden el espacio personal. 

Padre techno que estas en el infierno santificado sea tu 126 bpm y el aire caliente que se respira en el club donde todas las pieles son suaves, todos los contactos transgresores y no se puede hablar mas que para decir lo fundamental "si quiero, si tengo, vamos al baño".

Mi sentido favorito es el tacto porque me gusta la vida vivida y gastada, no quiero una muñeca conservada esplendida en su caja de marca que nunca salio ni al kiosco de la vuelta. Mi sentido favorito es el tacto porque me gustan los raspones que son como el hermano hardcore de las caricias que invaden las primeras horas del ritual, cuando los manijas te chocan y empujan para acomodarse y apretujarse, todos están empezando algo que tipo seis de la mañana se realiza. Entonces ya nadie colisiona o empuja, en realidad te corren suavemente como pidiendo permiso con los dedos porque para esa hora, todos estamos en la misma.

Y en el patio de afuera de Crobar, ¡ILUMINACIÓN! de parte de las estrellas o de las luces incendia pupilas. Benditos sean aquellos desconocidos que nos tiran pequeños salvavidas de agua mientras las chicas se sacan las palabras en los baños para arrojárselos como ofrenda a las doncellas guerreras que si no corren vuelan; y te miran de reojo si te ven medio pasado y no dudan jamas si pinta un todo mal porque siempre tienen estrategias para todo.

Y el post es como una tristeza parecida a la de un par de medias tiradas en un rincón mientras dios en el fondo de la pieza (reencarnado en un gato) aspira las malas ondas y purifica lento pero seguro todos los residuos que quedaron pegados-quemados en el fondo de la olla que seis horas antes hervía pueril y sana de manija (existen otras ocasiones en donde ni el ejercito más grande de gatos de la galaxia basta conscientemente sigo tirado en el umbral, hasta que me barran junto a la basura).

Ahora bien, las mujeres del ambiente son otro tema aparte, hay algunas que, ingenuas confunden el mambo y vienen sin otra intención que figurar pasando más tiempo en el baño que en otro lugar. También hay otras que recorren con tal gracia la pista en modo barrilete, llevadas únicamente por el techno que vendría a ser como el viento y se deslizan bailando casi en puntas de pie entre la multitud sudada hasta llegar al frente, lo gutural (lo más gutural que se pueda) y parándose frente al dj y reciben en primera fila la misa. Otras mujeres deciden usar como alfiletero su corazón cuando intencionalmente con ganas de masticar algo se meten a cualquiera en la boca, como hacen las vacas locas se ensartan contra el primero que tenga jeens negros.

Pero en la fauna electrónica, el personaje que más me ha asombrado es sin dudas el jugador numero 10, ese amigo que esta en la movida (en todas) y haciéndose el barrilete penetra detrás del stock de bebidas y como es conocido de todos (apropósito) empieza a muletear argumentos y uno tras otro levanta un muro de chamuyo solido para salirse siempre con la suya (que al final viene a ser la nuestra). Porque estos Robin Hood de las joditas juegan para el equipo y no descansaran ni estarán tranquilos hasta que todos la estén pasando igual de bien que él, entonces (y solo entonces) podrá ponerse los lentes negros y relajarse a bailotear en la salsa con los mortales.

Hundiéndote de una trompada el esternón con los bajos, dirigiendo la orquesta o manejando el viaje de todos, el dj es el símbolo final y perfecto. Es como el cura que da la misa pero esta bendición si se siente al soltar el drop y te muestra toda su hija de putez junta cuando, si conoces un track de memoria, lo tira siempre de la forma menos esperada. Estos malabaristas de ritmos van dibujando el camino que nosotros seguimos como las ratas seguían al flautista de Hamelin. No va a parar hasta que el ultimo gil sentado se rescate de su papel lamentable de mariposa enferma que no puede volar y de una buena vez se levante y se ponga a bailar con los bajos grooveros de este arquitecto de la diversión, este director del teatro de los sueños, este hombre sagrado, aquél que de todos nosotros, siempre estuvo y estará mas cercano al Padre Techno.



miércoles, 15 de marzo de 2017

Venderia mi alma pero ya tengo lo que quiero


Este viento envasado embotellado 
es como una jaula de aire
me enjuicia dulcemente con cada jalada
me cobra el precio por respirar a mano alzada
me engatusa o mariposonea
me engalzama los nudillos y las falangetas.

Esta manija que no se quita 
esta máscara de piel suave
me apaga los ojos
me privatiza el contacto visual.
Y sin embargo otras veces
me quedo esperando una erupción de placeres
para hacer de la fusión de nuestros ombligos
una fiesta con after incluido
encerrados venusafrodea garchando como animales
en mi Valhalla de sabanas de circo
del loco que se volvió mundo.

Que insulsa sensación de vació
casi con desprecio la voy reconociendo 
como cuando se suicidan los espejos
como la fiera de todas las fieras
acecha agazapado el lobo estepario
pero no surge
jamás ha surgido
ni se ha asomado.

"Lo que pudo haber sido 
pertenece a una abstracción
del mundo de la especulación"
Por otra parte lo que fue, 
es lo único que podía ser:
una expresión humilde de lo absurda que es la realidad.
Y aún teniendo que reciclar todos nuestros sueños no soñados 
todas las cosas que nunca pasaron,
la vida no deja de ser la mejor de todas las fantasías.

A veces basta con sacarse de los ojos las pajas 
y dejar de hacerse las lágrimas
y por un instante abandonar la lógica para creer
que la realidad
es en realidad
la más sincera
fantasía
la única que nos da espacio en el teatro de los sueños
para la empresa colosal del espíritu
para ser la estrella del ballet de tu alma.










domingo, 5 de marzo de 2017

Corte vikingo

Las normas (nornir) fijan el destino y sus decisiones resultan irrevocables. Quizás fueran muy numerosas en el pasado, pero en época escandinava (cuando son fijados los poemas y relatos) son tres principales: Urðr "Lo que ha ocurrido", Verðandi "lo que esta ocurriendo" y Skuld "lo que debería suceder", residen en las raíces de Yggdrasill ellas hilan el destino de los hombres y en especial, con hilo de oro, el de los héroes.

Hoy se respiran buenas nuevas que renuevan las sensaciones amontonadas de cosas que al final nunca pasan. Tarde de domingo nublada refresca el espacio entre lo que ahora hay y lo que quedaba, como mi gata Venecia con su vibrante presencia color sombra (pintaría mi alma para que haga juego con sus ojos, son los mas oscuros que he visto).

Toda mi vida me sentí presa del sentimiento de hartazgo o desesperación cuando algo esta sucediendo y parece durar para siempre, las horas no pasan los relojes están de huelga y todo es lento y espeso, los segundos se estiran como chicles y yo estoy inmerso en este paréntesis del tiempo. Sin embargo (y sospecho que no soy el único) cuando lo recuerdo, siempre parece que todo se paso volando, deliberadamente rápido, como un parpadeo o el sonido que hace un gato al moverse, la percepción nos engaña y nosotros tontos, queremos creer en la magia del momento.
No es que no lo disfrute cuando esta sucediendo, en realidad siempre trato de exprimir al máximo cada instante. Pero tampoco es tan fácil soltarse y let-it-go let-it-happen que fluya. Sin embargo he podido confeccionar una lista de pasos para dejarse ir y aceptar lo que ahora toca (no tiene un orden especifico es más una serie de sugerencias)

-Respirar y ser consciente de la respiración.
-Cerrar los ojos y permanecer así un rato.
-Abrazar a tus amigos y de ser necesario volver a cerrar los ojos.
-Agradecer en silencio-secreto al santo de turno o al mismo Odin por estar vivo y rodeado de la gente que te quiere.
-Sentir una cierta ternura por uno mismo cuando te hacías problemones por cosas que ahora sabes resultaron ser una pavada.
-Aceptar que la gente viene por temporadas a nuestra vida para enseñarnos lo que ahora nos toca saber.
-Entender que lo que fue, es lo único que podía ser.
-Si es posible, bailar desenfrenadamente de 6 a 10 horas.

Y desafiando el horizonte sin brújula ni timón, a puro remo corte-vikingo por mis venas va mi corazón granada luciendo sus tatuajes-cicatrices del pasado salvaje, de los te-quiero-como-amigo o de los no te quiero querer, o te quiero pero no conmigo; en pos de mis sueños y no me mufo por contarlo. Es más, sonrió cuando me brillan los ojos mientras imagino lo que puedo llegar a hacer. Entonces se me enciende la vida y activo todos los planes maestros como el astrólogo de los siete locos pero menos cínico y más ambicioso, mi empresa de hormigas escala con pasos de gigante y los dioses me sonríen, hoy voy solo pero el desastre ya paso y eso que parecía la muerte al final no fue tan heavy, tarde o temprano sigo vivo (insoportablemente vivo) y bien acompañado (por las dudas). Sigo acá, tropezando y caminando hacia una utopía que se aleja el doble de pasos que doy; pero Galeano ya me lo contó: 

"La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar"






miércoles, 22 de febrero de 2017

Análisis critico del suicida



En primera instancia, vale aclarar que es erróneo llamar suicida solo a quienes se asesinan realmente, ya que la gran mayoría de las personas con esta naturaleza no logra activar nunca su final violento. Es bien sabido que estos individuos sienten como si caminaran por una finísima cornisa en el vértigo de la vida, donde el más mínimo empujón (propio o ajeno) alcanza para caer al vació. Estas personas se caracterizan principalmente por tener la certeza de que el suicidio es la manera más probable en la que terminará su vida (al menos esa es la idea). 

Este interesante pensamiento tiene origen en la juventud y acompaña sus pasos por la tierra durante toda su vida (no hay que confundirlo con falta de vitalidad). En realidad, entre los suicidas se encuentran algunos de los individuos más formidables. Pero así como hay naturalezas que ante el mínimo malestar son propensas a mareos y nauseas, estas personas (siempre de almas sensibles) ante cualquier inconformidad, malestar o agonía sienten al mundo embestir contra ellos y se entregan dócilmente a la idea-consuelo del suicidio.

Imagínense que todo el tiempo esta abierto el camino a la muerte como salida de emergencia, y aunque pueda parecer cobarde o débil, generalmente la-ilusión-de-control en la que radica el punto de vista "igual esto se termina cuando yo quiera" los empuja a aguantar siempre un poco más cada día. Siendo tal el caso que realmente llegan a ser muy pocos los que alguna vez ponen en practica el plan de escape. 

Para otros menos comprensivos son simplemente "suicidas" porque ven la redención en la muerte y no en la vida, se encuentran jugando a préstamo en el equipo de los vivos o contando los días hasta que se rebalse el vaso que tanto tiempo aguantaron y mediante esa última gota desaten el sorpresivo gran final (claro que para ellos nunca es sorpresa).

Por otra parte, todos los suicidas mantienen una lucha interna y constante contra la tentación del acto en si, ya que todos saben en el fondo de su alma que es una salida claro, pero es vergonzosa. Saben que sería mucho más noble morir de pie en la pelea eterna, derrotado por la vida misma que por su propia mano. Este paradigma obliga a los suicidas a vivir en discordia consigo mismos, así como el cleptómano lucha contra su vicio, estos individuos se reprochan en silencio el ser de ese modo y sufren con su carga de aburrimiento y testarudez, y en este punto quiero hacer otra aclaración:

Cabe considerar al aburrimiento como detonante, y hagamos hincapié en que los animales jamás se aburren, por ejemplo fijemos nuestra atención un momento en una vaca rumiando hierba, cada día la misma hierba, tendida rumiando sin parar, siempre igual; sin embargo jamas se aburre porque su mente es demasiado tosca.
Para aburrirse hace falta una gran sensibilidad, cuánto más grande sea la sensibilidad del sujeto mayor sera su aburrimiento. Por ejemplo los niños tampoco se aburren (ellos están más cerca del mundo animal que del humano) por eso todavía disfrutan con las cosas simples de la vida. Pueden ir a cazar mariposas cada día y no aburrirse. Si terminamos de contarle una historia a un niño, nos responderá algo como "cuéntala de nuevo".

Cuando uno es muy sensible se siente fácilmente aburrido y la vida parece carente de significado, como si todo fuera un accidente sin propósito que se dirige hacia la nada. Y asi continua hasta que (generalmente mas temprano que tarde) llega el momento en que uno esta tan profunda y sinceramente aburrido, tan cansado del sinsentido y de que nada lo llene, que empieza a pensar en suicidarse.



Instrucciones para suicidarse

Dejando de lado todos los motivos particulares y enfocándonos directamente en el gran final, elija su ropa más elegante o la que mejor le siente, disfrute de una última cena y agradezca con exagerada amabilidad todo lo bueno que le ocurra en su día. 

Tranquilamente encierrese en su habitación y ponga la música de su mayor agrado, aquella con la que alguna vez el mundo pareció ser un lugar lleno de belleza; ahora deje a un costado la sensiblería y póngase firme. Si empieza a dudar no se detenga y escriba de una buena vez su nota (Yuigon o zeppitsu: poema de despedida que deja el samurai antes de ejecutar el Harakiri). Luego tome una aspirina para acelerar su flujo sanguíneo y elija el objeto filoso de su preferencia.

Salga del cuarto y vaya directo al baño, una vez allí mírese al espejo y recorra su triste rostro por ultima vez. Deslicese dentro de la bañera (en caso de no contar con bañera sentarse bajo la ducha) y corte de un tajo con un golpe seco verticalmente desde su muñeca hasta donde alcance. Repita hasta que se empiecen a apreciar los resultados. 

Relájese y cierre los ojos, no debería demorar más de algunos minutos, mientras tanto entréguese con miedo pero dócilmente a la nada absoluta y no se aferre a ningún recuerdo o pensamiento porque a partir de ahora, no le harán falta.







domingo, 19 de febrero de 2017

Naufrágo

Happiness is only real when Shared 
Christopher McCandless.


Yo se que andas por ahí, 
en algún lugar imposible de imaginar caminando por la tierra, viviendo tranquila tu propia vida mientras vas creando los recuerdos que voy a escuchar como historias algún día. 

No se porque siempre tuve esa fantasía-puber-idiota de querer encontrar un espíritu-gemelo-al-mio, alguien que me entienda de verdad con quien yo pueda hablar de verdad, sin ninguna necesidad de morderme la lengua o tragarme las palabras. Alguien quien no tenga miedo de discutir y defender sus ideas, pero que siempre este disponible a aprehender algo nuevo, a admitir sus errores y por supuesto, con la más dulce maldad, echarme en cara los míos.

No es una cuestión de que alguien se amolde a mi, es más una idea de complementarnos (no es que estemos incompletos) pero siempre quise ser parte de los greatest hits del recuerdo de alguien más. Tampoco es miedo a estar solo, en realidad me encanta mi soledad porque siempre me lleve muy bien conmigo.

No es una cuestión de mendigar amor, pienso que nadie nació para recibir las sobras sentimentales de otro. Y en ese sentido aunque cueste, firmemente hay que dejar de pedirle a la gente que se quede y en un acto de locura, mandar a la mayor cantidad de amigos posibles a la mierda; y entonces, es muy importante no desesperarse en aguantar los golpes de la vida porque aquella persona que insista a quedarse, aún cuando todos hace rato se tomaron el palo, es la única que vale la pena.

No se porque siempre tuve esta idea-patética-de-querer-compartir-mis-cosas, (ahora mismo es un buen ejemplo) pero por momentos siento que es necesario; es como una catástrofe de sentimientos que me dejo náufrago de una isla-basural, en donde están amontonadas las explicaciones y ahora, envío mi última botella al mar con este mensaje adentro.

Y mientras espero a la indicada, me divierto con todas las incorrectas, porque nunca le di importancia al pasado ni quiero un pase libre de deudas. Soy perfectamente capaz de tolerar un malhumor cotidiano o ganas de llorar de la nada. No me interesa en absoluto como se vea, lo que en verdad valoro es como piensa. Porque ella no es una boba ni una bebe llorona, sabe que el universo no le debe nada y por eso agradece las cosas buenas que pasan. 
Ojala nos falte mucho todavía, pero hay noches querida, que me muero por contarte lo que ahora me esta pasando y a veces sueño que lo hago y me despierto un poco más contento con la vida y las calles tienen alegría en el aire como cuando la selección gana un partido del mundial. La gente me sonríe cuando pasa y yo no agacho la mirada porque creo que uno comienza verdaderamente a superar a alguien cuando deja de esperar que se aparezca en la esquina siguiente y entonces, tranquilamente espera por lo nuevo que ahora nos toca, lo bueno, que mal que bien siempre viene.