Padre Techno

Los sueños imposibles pronuncian mal el inglés

yo soy el que le robó el flow al pibito ese y al que mearon desde una estrella Pero lejos de espantarme de la lluvia dorada Abrí la boca par...

lunes, 28 de noviembre de 2016

Poema para los dias contados

Otro día que pasa normalmente
de la manera en que suelen pasar estos días,
consumido por mi extraña manera de vivir

Me había levantado temprano, había leído un libro fantástico de Borges,
había trabajado en mis cosas de la facultad, 
había hecho uno o dos collages digitales de nivel mediocre, 
había tomado un regular té de manzanilla.
Y todo esto era muy agradable, 
pero en la suma total era simplemente
otro día que pasa sin pena ni gloria, 
en la horrible franja templada de días como tienen que ser.
Días llevaderos y tranquilos, sin dolores especiales, sin emociones excepcionales,
sin grandes historias ni gran júbilo, 
días con las sonrisas contadas.

Otra X en el calendario, 
otro año en su lecho de muerte, 
simplemente no hay nada peor que saber como termina 
o ver la secuencia activarse y volver a repetirse.

Y si algún otro tuvo uno de esos días, los otros días
los días malos, los de ataques de pánico o dolor de muelas,
días donde nada sale bien y todo es descartable, días de malas noticias.
Días de emergencias y corridas al hospital con lágrimas de bronca, 
días de vacío interior, días de hueco interior, días de agujero negro en el pecho,
en los que hasta los libros no tienen ningún sentido
en los que vivir parece una suma de consecuencias y prohibiciones
en los que se cae el cielo y nadie se acuerda de nosotros.

El que haya saboreado esos días del infierno,
debe estar muy contento con días perfectamente normales y mediocres como hoy.
Con el corazón lleno de agradecimiento, se paseara por el inicio del facebook
y con agrado comprobara que no se ha declarado ninguna guerra,
que nadie ha muerto, y que nada considerable ha pasado en el mundo,
ningún escándalo, ningún bardo, ninguna pavada de importancia especial.
Y entonces, tranquilo se reclinara en su asiento (que podría ser el cordón de una vereda)
con verdadera calma interior, sonreirá de costado, condescendiente
y quizás cante unos versos casuales a capella para el viento.

Y en este agradecimiento de la ausencia de dolor,
con la tibia pesadez del aburrimiento,
medio satisfecho y medio hasta los huevos, 
el otro y yo nos parecemos,
somos como hermanos gemelos 
o debe ser que yo soy su reflejo. 
Y absorto compartimos la autosatisfacción o ausencia de preocupaciones,
estos días llevaderos, 
estos días contados, en los que no podemos gritar de dolor ni de placer, 
días en los que no alcanza para llorar
pero sobra para no reír.

Conmigo se da el particular caso
de que yo no soporto esta farsa o engaño de la "semi-satisfacción",
que al toque me resulta sumamente farandulera y pesada,
entonces, tengo que amotinarme en el refugio de otras temperaturas
en el camino de césped y dientes de león de los placeres,
en el camino de barro y espinas de los dolores.
Porque cuando estoy en un intervalo sin placer y sin dolor,
me encuentro en el periodo de los llamados días contados
o días buenos o normales, que llenan mi alma infantil
de una tristeza tan grande que no se va ni con la felicidad.
Y entonces, se desatan en mí unas ganas de destrozar algo, por ejemplo
un estante de vidrio, o una figurita de porcelana,
o a mi mismo.
Y daría cualquier cosa por volver a sentir ese fuego dentro mio, 
esa pasión esas ganas de vivir, 
y lo busco afuera, lo busco en la gente en las calles, en la vida.
Y trato de vivir de la forma en que se vive, 
en que los demás viven;
pero a ver, decime loco: ¿Como carajo se vive?
Y poco a poco entiendo que no es foráneo
ese fulgor de cien soles no esta en otro lado.
y cierro mi puño en impotencia silenciosa, 
pero nadie jamas lo nota.


viernes, 11 de noviembre de 2016

Vamos a tirarnos nosotros al pozo de los deseos en vez de arrojar monedas


No se si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero yo aveces siento como si fuera otro,
no otro ajeno y forastero desconocido o nuevo,
más bien otro viejo conocido que no apruebo pero tampoco festejo;
otro opaco y alumbrado nubarrón de noche con llovizna.
Personas que no fui y quise ser,
y personas que fui y no soy
ni puedo nunca volver a ser.

No se si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero yo aveces siento como si fuera otro,
otro que hace promesas que sabe no va a cumplirlas,
indiferente a todo, nada me hace ni cosquillas.
Un apretón de manos con la nada,
Un pájaro anónimo que emigra de su propio corazón.

Y como el cielo, estos otros me aceptaron,
y mis lagrimas regaron sus semillas
que ahora son poemas
son puños apretados
son gritos al firmamento
son peleas mano a mano contra dios.

Y ahora están en mi
y por su puesto yo estoy en ellos,
aveces queremos lo mismo y nos sentimos tan cercanos
que pueden ver por mis ojos y yo puedo vivir en otros.
Y cuando aman me sumo al gozo
y cuando odian somos nafta con fuego.

No se si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero aveces nos cansamos de esperar a otros y decimos: 
Vamos a tirarnos nosotros al pozo de los deseos en vez de arrojar monedas
pero pagamos los sueños en cuotas,
y se apagan los deseos gota a gota.
Entonces emigramos al lado b del amor
y por lo que dura el verano somos un mamarracho de sentimientos,
pero ojo, tampoco se hagan el re drama,
al final nadie nos da mucha bola a nosotros.
De todas maneras estos versos míos
son de otro.






martes, 1 de noviembre de 2016

Corrientes es sinónimo de verano


Calles atestadas de bichos voladores acuáticos, de esos que salen cuando hay calor y humedad, con sus caparazones y sus pinzas revolotean de a miles haciendo un tornado torbellino de insectos en cada luz de cada calle. Pasan dos en moto y los cascarudos crujen bajo las ruedas, los vagos cierran los ojos y la boca no sea cosa que se coman un bicho, otros bichos se estrellan contra su piel como meteoritos, el viento de la noche correntina sacude sus chombas y bermudas, las bermudas de jean (cortadas a la altura de las quemaduras por el caño de escape); porque en estas fechas siempre hace un calor de mierda. 
Si vivís en Corrientes como yo sabes que es sinónimo de verano, todos mis recuerdos me remiten a Diciembre. Con una térmica de 40º a la sombra y tereres a dos manos, pizarrones que dicen "HIELO" escritos con tiza, ojotas y musculosas, mucha piel mucha playa mucho aire acondicionado. Todos sabemos que si es Diciembre e invitas a alguien a hacer algo, tiene que ser a la noche, o por lo menos bien entrada a la tarde, la virgen de Itati te salve si salís a la siesta de tu casa. Para mi abandonar el aire y freírme los cesos bajo el mediodía es impensable, salvo que curses y tengas que volver en el chaco-corrientes, entonces entre bocanadas y bocanadas de aire caliente respirado por las mismas personas con un motor caliente poniendo a prueba el aguante de los 60 pasajeros pienso: ¿Por que pa no me muero?.
Típicos días correntinos con caballos desnutridos rompiendo la basura, pero no todo es tan malo, las noches de verano siempre son frescas (por lo menos nada puede ser más caliente que los días). Y con ropa cómoda, unas birras frías o lo que duren frías, compartir un rato con amigos suele alcanzar para pilotear la vida, unos teres, ojotas y risas, las noches de verano siempre me parecieron un sueño largo, debe ser por lo atontados que quedamos después de tanto sol. Pero un paseo por la costa del Parana mojando los pies y tirados en la playa hace Diciembre casi tolerable. 
Esos son más o menos los recuerdos que tengo y siempre llueve para cuando se acercan las fiestas y se llenan de sapos todos lados, porque Corrientes, Corrientes es un pantano, si, eso es lo que los esteros son, un pantano, ¿o pensabas que tener como fauna local yacares, palometas y anacondas era de onda?. Todo bien, re copados los animalitos, las arañas los mosquitos, los carpinchos son como roedores enormes y las plantas: sauce llorón, árbol melancólico que se banca el agua, palos borrachos, arboles de pantanos. Por eso debe ser que esta humedad horrible nos hace sudar la espalda y usamos siempre mayas porque cualquier día es bueno para ir a la playa. 
Esos son más o menos los recuerdos que tengo y las noches son hermosas, siempre me gustaron, las estrellas el viento fresco que viene del rió, el olor a cohetes en el aire, andar en moto sintiendo en primera persona la velocidad, creo que es como volar. La locura pre-apocalíptica que es el centro en estos días, todo el mundo a full pero con la paja correntina hace una mezcla de gente apurada que no camina rápido entonces todos están histéricos y abombados estupidizados por el calor y se le corre el maquillaje a las viejas, los pibes piden monedas a toda maquina, se me aguan las bebidas, se me derrite la vida.
Vestirte con tu mejor ropa, temprano, tipo 7 de la tarde todo bañado y listo, salir a la casa del tío donde se junta tu familia. 
Saludar a todos los parientes, acá quiero hacer una aclaración; no es lo mismo familia que parientes: Parientes son aquellas personas con la que tenemos un lazo de sangre pero no una conexión, son como esos tíos o primos que viven muy lejos o te caen muy mal o no recordas sus nombres ni sabes de que lado son parientes o si son los padrinos de fulana y están ahora con vos de onda intentando ser chistosos con comentarios que dejaron de dar gracia en el 2008. Y Familia, bueno la familia es mucho mucho más que la sangre; La familia son esos chiquitos que te recuerdan lo lindo de estas fechas de mierda cuando ves la emoción en sus ojos y vos te reflejas en ellos. La familia es tu abuela que no entiende tus tatuajes ni porque te teñís el pelo ni porque te pintas las uñas si sos vago ni porque te rapas la cabeza si sos mina pero todo bien igual porque a la familia nunca tenes que explicarle porque sos como sos. 


La cena la sidra la ensalada rusa con o sin mayonesa. La sidra las copas, hay que recargar la hielera, birra fría o lo que dure fría, tomar todo rápido porque el hielo se derrite, recargar la hielera, ¿ya dije sidra?.

Esperar las 12, encender la radio, escuchar rodrigo o esas cumbias viejas berretas, el olor a cohetes en el aire, la humedad, las bermudas, las camisas las chombas la cuenta regresiva, preparan sus copas, la radio ruge todos se abrazan, mis tías me llenan de besos mi mama me dice "feliz navidad negro".
Se manda wpp a los grupos se caretea un poco se suben selfis al instagram, se tuitea bla bla bla, se sabe que no hay tiempo para la previa entonces todos escabian en sus casas y cada uno de a poquito empieza su fiesta. Nos empedamos con nuestros primos, rescatamos un champan o un vino, sidra por favor no, no puedo ver otra sidra más sácame esa real de la jeta.
Tipo 3 de la mañana van cayendo al baile, empieza la gira se saluda se festeja se escabia se escabia bla bla bla aburrido 200$ la entrada aburrido joda de mierda aburrido escabio caliente o aguado bla bla lo mismo de cada año.
La noche es hermosa pero siempre muy corta, cuando te das cuenta maldición, ya amaneció, el sol te da unos 30 minutos para buscar after o refugio, porque a partir de ese momento empieza a calentar y vos no queres estar en la calle cuando eso pase.


Esos son más o menos los recuerdos que tengo de Corrientes y los escribo porque escribirlo me ayuda a aguantarlo, a tolerarlo, a soportarlo y también a valorarlo, y cada año lo vivo más despacio, lo disfruto un poquito más, un pariente no es lo mismo que un familiar, un plato menos en la mesa no es lo mismo que uno de más, un contacto menos que llamar o un amigo que ahora ya no saludas; otra navidad en donde entendes que tirar cohetes no esta tan bien después de todo y que manejar re empedo creyendote re loco es cosa de giles y punto final. No creo que esto sea madurar pero supongo que de a poco me acostumbre, quizás esto es crecer.