este feriado en su lecho
de muerte tiene sabor a cenicero
y claramente cuando sea el
final no voy a salirme con la mía
siendo sincero ya lo vi
venir desde lejos
este asunto estrafalario y
absurdo me agoto
solo en un sentido literal
estoy enfermo de criar
cuervos y esperar lo mejor
este domingo trabaja doble
turno sobre mi mente
y un aire que nunca fue libre acomoda pensamientos en círculos
un poco más abajo, otro
circulo gira en dirección opuesta
en una marcha del orgullo
mis sentimientos quieren salir
pero soy malo con ellos;
no voy a dejar que nadie
los vea
los enveneno
con humo de prensado
y vodka saborizado.
este feriado en su lecho
de muerte tiene sabor a cenicero
y yo lo leo como un libro, lo veo venir
y realmente no hay nada
peor
que saber de memoria como
se termina.
en mi pecho un cumulo de
coliflores de color pastel
me preguntan ¿hasta
cuando?
pero soy demasiado
inteligente
cuando me hablan acerca
del destino
cambio la conversación.
este noviembre hijo
bastardo de otro año
como nosotros, no sabe decir hasta luego
y estira sus
últimos días con su plan de doble gota
arrastra las penas de las
miradas que mantienen unido al mundo.
bueno yo soy más como
un cenicero de personas
no escondo mis cicatrices
o tatuajes,
es lo máximo que alguna
vez revelare
de todos los sentimientos
que me ahogan
en un mar donde todos
hacen pie.
por las dudas
antes que ser otro poeta cursi maricón
prefiero arrancarme las
pestañas
y decorar el cielo con
barriletes de color pastel
esperando a dios o a una
tormenta eléctrica
(al que se anime primero)
y encienda los cables
hasta mi pecho
donde aguardan estos
caramelos salados
que cada noche piden
permiso para salir
pero soy demasiado terco
los pongo en fila contra
el paredón de los recuerdos
uno a uno los ejecuto y pinto
mi memoria con sus sesos.