La gata y la luna

¿Por que hay tanto humo en mi casa?

¿Quienes son estos humeantes?

¿Donde esta el duende?

Todas estas dudas eran bien recibidas por Arya, que extrañada,

observaba desde la cornisa de su balcón, con la luna como su único compañero

amante compañero blanco.

¿Y la gata? pensé ni bien llegue.

No es que este siempre tan pendiente de ella, pero desde que salto del tercer piso,

tengo un como que patatús cada vez que pasan,

digamos 30 minutos y no la veo o no se deja ver.

Pero ahora la veo, nos vemos. Ella esta sentada, imponente en la corniza del balcon,

el mismo balcon desde donde se tiró;

pero tiene tantas vidas que ni cuenta se dió.

Arya habló con la Luna.

-Sabes lunita... yo salte desde esta misma corniza-, dijo arya con ojos vibrantes.

-Si bombon, yo te ví- Respondio la luna

-Aveces sueño que lo hago de nuevo- confeso la gata; - quizás lo haga...-suspiró.

-Si lo haces, serás la muerta mas hermosa de este lado del Río Paraná,

hay gatos que ni para eso tienen clase.