El último salto del tigre

Si pero ¿quién saltara por mi cuando la ultima ficha caiga?

en el caso de que esta estafa o juego perverso que es la vida

esta cascada de sueños tenga un final 

(cosa que nadie garantizo nunca).

Pero no sirve lamentarme, ya estoy en el traga-monedas

y mientras ejercito mi habilidad para soñar

ejercito también mi aptitud para la locura.

Me encomiendo a desear entre nuestros pulgares

ser la pestaña del medio

y por una vez

conseguir lo que quiero,

o por lo menos querer lo que consigo.

Como aquel tipo con semblante tísico  

y la mano tristemente apoyada en el vidrio

espera con unos nervios ninjas 

(lo devoran infiltrados en él mismo)

que la ficha que puso caiga en la cascada

y a su vez empuje a otras y empezar así

una suerte de sucesión de eventos afortunados

como llegar tarde por olvidarte las llaves adentro

y descubrir que 5 minutos después que te fuiste

tu mujer ya esta con otro.

Y sin mostrar otra reacción

más que fatiga en los hombros o en las medias

poner cara de "y si"

y lleno de suspiros tomarte el palo 

para ir a hablar con el traga-monedas

en un antro de mala muerte donde las lamparas viejas

se adornan de insectos y sueños rotos.

Otra ficha o chance perdida

como jugar a la ruleta rusa con el tambor lleno

o como pisarte los cordones para caer de tu pedacito de cielo

y entre lagrimas esperma o sangre 

(la esencia de la vida)

entender que para amar el abismo 

hacen falta alas.

Entonces abrazamos el suelo,

o morimos en el intento.

es un auto-boicot al espirtu

es un doppelganger kamikaze.