Padre Techno

Los sueños imposibles pronuncian mal el inglés

yo soy el que le robó el flow al pibito ese y al que mearon desde una estrella Pero lejos de espantarme de la lluvia dorada Abrí la boca par...

miércoles, 22 de junio de 2016

Hombre que mira las 00:00


Aveces el mundo me es confuso y todo se solapa entre sí,
se mezcla y se opaca.
Los colores se invaden rompiendo la regla de pintarse solo dentro de las lineas.
El telón de esta farsa se baja con un horizonte dibujado a lápiz,
se prenden las luces y se apagan los sueños.

El futuro es un m'boyere de dudas condimentadas con malos recuerdos,
y al menor movimiento, todo se destartala 
y hasta el más lindo pronostico,
se vuelve irremediablemente                                 
                                      mal agüero.

Los infortunios de la virtud se agrandan
hasta parecer una tumba socavada, dispuesta a hundirse más todavía.
Y hasta me jode la vida el saludo amistoso de los perros.

Las buenas mujeres de mi vida           
se barajan, cortan y reparten en un juego de naipes
en donde nadie nunca pierde, por lo tanto dura eternamente.

La que se jugo el corazón por quererme 
                               como se quieren los gatos, domestico.                       
La que otrora me marco a hielo                
                            y muerto de frió me obligo a aprender a levantarme 
La que fue cómplice de mi locura,            
                       y me acompaño hasta en la más estrafalaria gira.

La que sin aviso me dijo "vos podes escribir"
y todavía sigo en el intento.           
          La que sin pestañeo me cruzo por la misma vereda
                      y terriblemente indiferente jamas volteo a verme.
                             La que me desarmo con un solo argumento de sus ojos,           
        y se replegó en una amistad tan copada
                           que los vecinos celosos, esos con la mentalidad atrasada
vienen cada tanto a preguntarnos
                    ¿Como lo hicimos?

Los paisajes y las calles con adoquines,
Los suelos caminados, los soles que me incendiaron
todas las historias que llevo cazando, 
con extremo cuidado pues se encuentran en todos lados.
Se confunden en una guía de turismo presuntuosa y egolatra,
aberrante de narrar hasta a los más cercanos amigos.

Y en este delirio de nostalgias, melancolías y vanidades muy mías,
es difícil saber que es verdad y cual es mentira,
que es autentico y cual es una copia china,
que es benedetti y cual gavisaurio.
Si estas palabras son o nunca serán mias.

Pero llega ese ansiado momento en que uno levanta su alma del suelo,
la sacude como a una sabana y orgulloso,
el pecho vuelve a inflar de simple humanidad.
Y entonces, de inmediato el mundo se vuelve claro.

El futuro luce complicado,
pero también es una promesa del destino,
pues lo mejor de mi futuro,
es que lo desconozco.

Las prosperidades del vicio se achican,
hasta recuperar su condición de chistes malos.
Y hasta me alegra la vida el canto precoz de los pájaros
que sin prisa me avisan
que este es simplemente otro día

De todas las mujeres
Una da un sencillo paso al frente y se desprende para siempre de las otras,
¡que no se esfuman! y son recordadas con sinceras sonrisas.

Las ciudades visitadas vuelven con poderosa magnitud,
y cada detalle es como si mis ojos vieran la primavera                                     
                                                     por vez primera.

Y me pongo dichoso desembolsando historias,
porque el sentido de mi vida es compartirlas,
mojar a quienes nunca estuvieron en el Río Paraná,
volar a los que se aferran al nido
transmitir que por más distintos que nos dibujen,
todos sentimos todo                                   
                                  irremediablemente similar.

Y del lindo despelote que es mi encrucijada y revuelta vida,
un sentimiento se desata y me lleva a buscar mañana
más alto y más lejos todavía
Porque la curiosidad me impulsa y me hace formular mejores preguntas
que la mas lógica y compacta respuesta.

Entonces puedo saber, 
que es hoy y cual fue mi ayer
y atesoro una charla paterna en mi cumpleaños 17
la única de todas que fue síntesis de vida.

O una tarde lluviosa, en mis novedosos 16
en donde un amigo con fraternal cariño
me abrazo y me hizo sentir que yo valía la pena.

O una noche turbia, cuando en la mayoría de edad,
escapando de un antro de mala muerte,
el frió viento de junio me revolvió la calma
y puedo jurar que me sentí infinito.

O la noche salvaje, en la que almas libres como la mía
me dieron tanto amor que no basta ni con mi antología poética
para decir cuantas veces ese día ha vuelto a mi y 
dócilmente, sin prisa, lo recuerdo con lagrimas que solo 
agradecen

O la última, en vísperas de los 20
en donde la calidez de los mismos de siempre
los cojonudos, viejos y peludos mismos de siempre,
alcahuetes y macanuda gente mi gente,
confirman que la familia es mucho mas que la sangre.

Decididamente no voy a pedir deseos esta noche,
ni si quiera a la hermosa luna llena que me hace el aguante desde arriba,
me cuida de la mala onda y las energías discordantes,
este día, es hoy y para siempre
porque siempre                     
                 es hoy.






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